Días

Contando los días que faltan para verte, ¿Pensabas que dejaría de quererte? contando los días que faltan para verte temo que mi corazón se vuelva inerte Contando los días que faltan para verte, noto ese milagro que es el de a mi lado tenerte. Corro sin cesar en mi mente tras recuerdos donde te beso hasta la frente. Dime que hiciste esta noche, cuéntame que harás mañana? ¿Yo? Yo solo marco el paso de esos días... Los días que faltan para verte...

Carta 1

-¿Cuántas veces te enamoraste? - me preguntó una vez una amiga. - Uff, no sé... tres... soy muy enamoradiza. - No, no, pero enamorarse en serio, que veas a la persona y se te caigan las estanterías, te tiemble el piso. - Sólo una. - le respondí. Hice de una foto, un tesoro. Y uste, dígame... ¿qué sabe del corazón? Yo no sé si sabré demasiado, si sabre lo suficiente o no sabré nada. Se de la soledad, se del partir, se del sufrir, del añorar. Se del dolor de irse, se de la alegría del volver. Se de mañanas tristes, se de días desolados. Se de caer sin que te atajen. Se del llorar sin los hombros que esperabas. Se del soñar y de seguir un sueño. Se de romper un corazón y se de que te rompan el corazón. Se de extrañar tanto que te duela. Se de fotos que guardan sentimientos. Se de hablar de amor, se de callar al amor. Se de una persona que se grave en la retina, y de un beso que se talla a fuego en el corazón. Se de abrazos que nunca se soltaron. Se de manos que no debían soltarse. Se de mentirle al corazón, no esta bueno, uno es el mayor perjudicado. Pero un día aprendí a decirle la verdad, me prometí no mentirme más. Uno puede pensar, qué tan difícil es, pero lo cierto es que todo resulta sencillo. Puedo decir hoy que estoy feliz, que estoy preocupada porque quisiera formar un buen futuro, pero que nada se compara al ahora, al hoy. Al irte a buscar en un ratito, a irte a abrazar, a verte llegar, a dormir bajo tus brazos. De pronto caminas a mi lado, y hasta les resulta difícil de entender. Añoraba este día tan común, añoraba el día en que me quisieras mirar. Recuerdo que temblabas de la sola idea de tomarnos de la mano y yo me quedaba sin aliento tan solo porque te me acercaras. Se que la vida no es una película, pero me alegra que seas co-protagonista conmigo si así fuera. Te juro que no sé que va a pasar mañana, pero se que durante todo este tiempo, siempre me erizaste la piel, siempre verte fue un milagro, y que compartamos meses juntos es algo indescriptible, gracias. GRACIAS por venir a verme, gracias por sostener mi mano. Gracias por dejarme mostrarte lo que siento. Gracias por mostrarme lo que sentís. Gracias por compartir conmigo tantos secretos, tantos momentos, tantos soles y lunas. Nada puede cambiar lo que significas para mi. Ayer casi develas mis macabros planes. Si, yo te ví. Yo te ví, hace muchos años, te ví y te amé. No importaba tu nombre, sexo, religión, te amé. Las cosas estaban complicadas, y no pude por aquel entonces cumplir con lo que tanto quería. Lo que sentía lo convertí en mi inspiración. Mi macabro plan que hoy puedo ejercer... no era salvarte de nada, es simplemente Amarte. Amarte sin ataduras, amarte sin esposas. Amarte como pueda, amarte con alas. Conseguir aquello que haga falta, subir una montaña para pasar unos días con vos, aunque no pudiera subirla. Buscarte por los bares. Enfrentarme a un Dragón. Dar todo. Y a la vuelta de la esquina, abrazarte otra vez. Nos debatimos entre la fantasía y la realidad. Pero permitime decir, que nunca encontré más magia que en tu beso al despertar. La magia en ver tus paredes caer, la magia en ver tu sonrisa vislumbrarse brillante cuando no desisto de abrazarte. Gracias, por hacerme sentir viva, por hacer latir mi corazón, porque a través tuyo veo la vida llena de colores. Volvé pronto o Llévame pronto. Ya te paso a buscar....